“Me he estado preguntando, sobre todo, si el amor y la cordura son lo mismo. Cuando digo que estoy enamorado, también estoy diciendo que el mundo tiene sentido para mí en este momento.

Sé que amar no es lo mismo que saberlo todo, pero porque ella se ha ido, porque sobre ella hay incógnitas que ahora quedarán incognoscibles, es importante enumerar lo que es mío para enumerar:

Le gusta la avellana en su café; es mejor conductora cuando la transmisión es manual; aunque no pudo nombrarlo, su color favorito es el verde espuma de baquelita; ella me amó una vez, aunque no fue por mucho tiempo, aunque estuvo distraído, aunque no debería haber sucedido, ella me amó »

Neil Hilborn,

Nuestros días numerados