“Los ángeles pueden volar porque pueden tomarse a sí mismos a la ligera. Este ha sido siempre el instinto de la cristiandad, y especialmente el instinto del arte cristiano. Recuerde cómo Fra Angelico representó a todos sus ángeles, no solo como pájaros, sino casi como mariposas. Recuerda cómo el arte medieval más ferviente estaba lleno de cortinas ligeras y ondeantes, de pies veloces y cabriolas. Era lo único que los prerrafaelitas modernos no podían imitar en los prerrafaelitas reales. Burne-Jones nunca pudo recuperar la profunda frivolidad de la Edad Media. En las antiguas imágenes cristianas, el cielo sobre cada figura es como un paracaídas azul o dorado. Cada figura parece lista para volar y flotar en los cielos. El manto andrajoso del mendigo lo levantará como las plumas rayadas de los ángeles. Pero los reyes con su pesado oro y los orgullosos con sus túnicas de púrpura, toda su naturaleza se hundirá hacia abajo, porque el orgullo no puede elevarse a la ligereza o la levitación. El orgullo es el arrastre descendente de todas las cosas hacia una solemnidad fácil. Uno se «instala» en una especie de seriedad egoísta; pero hay que elevarse a un alegre olvido de sí mismo. Un hombre «cae» en un estudio marrón; alza la mano hacia un cielo azul. La seriedad no es una virtud. Sería una herejía, pero una herejía mucho más sensata, decir que la seriedad es un vicio. Realmente es una tendencia natural o un descuido en tomarse uno mismo con seriedad, porque es la cosa más fácil de hacer. Es mucho más fácil escribir un buen artículo destacado en el Times que una buena broma en Punch. Porque la solemnidad fluye naturalmente de los hombres; pero la risa es un salto. Es fácil ser pesado: difícil ser liviano. Satanás cayó por la fuerza de la gravedad «.

GK Chesterton