Una frase de El nombre del viento

“¿Crees que estoy jugando a algún juego? ¿Crees que el hierro te mantendrá a salvo? Escucha mis palabras, hombre. No me confundas con mi máscara. Ves la luz salpicando el agua y te olvidas de la profunda y fría oscuridad que hay debajo. Escuchar. No puedes lastimarme. No puedes correr ni esconderte. En esto no seré desafiado.

Juro por toda la sal que hay en mí: si va en contra de mi deseo, el resto de su breve lapso mortal será una orquesta de miseria.

Lo juro por la piedra, el roble y el olmo: haré un juego contigo. Te seguiré sin ser visto y sofocaré cualquier chispa de alegría que encuentres. Nunca conocerás el toque de una mujer, un respiro de descanso, un momento de paz mental.

Y juro por el cielo nocturno y la luna en constante movimiento: si llevas a mi amo a la desesperación, te abriré y chapotearé como un niño en un charco de barro. Encadenaré un violín con tus tripas y haré que lo toques mientras yo bailo. Eres un hombre educado. Sabes que no existen los demonios. Solo existe mi especie. No eres lo suficientemente sabio como para temerme como debería ser temido. No conoces la primera nota de la música que me conmueve. -Líber»

Patrick Rothfuss,

El nombre del viento.