“No quiero realismo. ¡Quiero magia! ¡Sí, sí, magia! Intento dárselo a la gente. Les tergiversó las cosas. No digo la verdad, digo lo que debería ser la verdad. Y si es pecaminoso, ¡entonces que me condenen por ello! »
Tennessee Williams,
Un tranvía llamado deseo